domingo, 7 de noviembre de 2010

Más de 300 de aves posibles víctimas del derrame de petróleo en el Golfo de México

Imágenes similares a las del vertido del Exxon Valdez o a las de tantos otros derrames petroleros alrededor del mundo -nunca olvidemos nuestro episodio con el Prestige en 2003- se pueden tomar actualmente en las costas del Golfo de México. Más de 300 aves marinas han sido halladas muertos a lo largo de dicha costa durante las cinco primeras semanas del derrame del pozo de BP.
 
De acuerdo con Reuters, 316 aves muertas han sido recogidas a lo largo de las costas de los estados estadounidenses de Louisiana, Mississippi, Alabama y Florida. Incluso a aquellas que no muestran manchas de petróleo se las relaciona directamente con el vertido debido a su proximidad espacio temporal con la zona del accidente.
 
Se analizarán los tejidos de los animales para determinar si, en efecto, la causa de la muerte es la contaminación con petróleo. En este momento, las aves más vulnerables a sufrir esta contaminación son aquellas que bucean en el agua en la búsqueda de peces. Pero si el petróleo continúa llegando a las costas y marismas, las aves que allí anidan también estarían en peligro.
 
Al pegarse de las plumas, que son la capa de aislamiento de las aves, el petróleo las expone al frío, obstaculiza su vuelo y su flotación. Los químicos presentes en el petróleo pueden irritar su piel y, de consumirlos, puede dañar su tracto digestivo.
 
Como ellas, han sido encontradas casi 200 tortugas marinas y 19 delfines desde que la plataforma Deepwater Horizon colapsó y el pozo que succionaba comenzó a liberar petróleo en el mar. La temporada de huracanes que comienza en verano podría aumentar el número de víctimas si los vientos esparcen más el petróleo.

Varios pelícanos pardos aparecieron cubiertos por petróleo, e incapaces de volar, en la bahía pantanosa de Barataria, Louisiana, Estados Unidos. Crías y huevos inspeccionados en distintos nidos, también estaban recubiertos de crudo. Son, óbviamente, consecuencias del derrame de petróleo de BP que viene vertiendo cada día miles de barriles de petróleo en el Golfo de México desde hace ya más de un mes.
 
Los pelícanos son especialmente vulnerables al petróleo: además del riesgo de comer pescado contaminado e intoxicarse junto a sus crías, también pueden morir de hipotermia o ahogamiento si están empapados en petróleo. Ayer los pelícanos intentaban limpiar el crudo de sus cuerpos, chapoteando en el agua y tratando de asearse con ayuda de su pico.
 
Las zonas pantanosas, por ser ciénagas de barro espeso, son muy difíciles de limpiar de la contaminación del petróleo. Pues bien, ya es un hecho que el chapapote se ha adentrado, por lo menos, 12 kilómetros pantanos adentro en la costa de Louisiana. Y lo más triste del caso es que sólo seis meses atrás se sacó de la lista de especies en peligro de extinción de la zona de la bahía de Barataria, la afectada, al pelícano pardo
 
Mariam Zambrano
Electronica del Estado Solido

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